El llamado bullying homofóbico siempre ha estado presente en los centros educativos. Sin embargo, hace casi una década, esta realidad no era tenida en cuenta en nuestro país ni en los estudios generales sobre acoso escolar ni en las medidas que se proponían para abordarlo. En el año 2004, la Comisión de Educación del Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) puso en marcha la primera investigación sobre la situación de la diversidad sexual en las aulas: Homofobia en el sistema educativo (Generelo y Pichardo, 2006); a la que siguieron otras realizadas conjuntamente con la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Estos estudios iban poniendo de manifiesto la persistencia de la discriminación de carácter homófobo y tránsfobo en los centros escolares (Generelo, Pichardo y Galofré, 2008; Pichardo, 2009; Garchitorena, 2009; Generelo, 2012; Moreno y Puche, 2013).
No será hasta el año 2010 cuando una institución pública de la administración del estado, el Instituto de la Juventud, encargue al Centro de Investigaciones Sociológicas la primera investigación sobre el respecto a la diversidad sexual entre adolescentes y jóvenes. Tanto en la investigación cualitativa (Santoro, Gabriel y Conde, 2010) como en los resultados publicados del sondeo realizado con 1.411 entrevistas a jóvenes de entre 15 y 29 años, se hace referencia a la educación como uno de los espacios más relevantes para el bienestar de este colectivo (INJUVE, 2011). Este estudio confirma algo que ya apuntaban los mencionados anteriormente: que en España el conjunto de jóvenes y estudiantes que presentan actitudes abiertamente homófobas es minoritario. Sin embargo, este colectivo sigue imponiendo su ley en buena parte de las aulas y centros educativos ante la pasividad del resto del alumnado y el profesorado. Ese mismo año 2010, el British Council publicó los resultados de su encuesta paneuropea sobre acoso escolar, realizada entre más de 4.200 estudiantes (12-18 años) de 11 países europeos, y en la que se señalaba la orientación sexual como el principal motivo de acoso entre estudiantes.