tributarios para subsistir no han dejado de crecer, a un ritmo más que acelerado, durante
todo el siglo XX2. La evolución demográfica de occidente, es evidente, no contribuirá sino a
acrecentar las tensiones fiscales en los países desarrollados, pues es innegable que traerá
consigo un incremento de las necesidades financieras, parejo a la disminución de la
población con capacidad económica para sostenerlas [...]