En el presente artículo, se aborda la cuestión de la gran descentralización educativa que se ha producido en el sistema educativo español como consecuencia de la aprobación de la Constitución de 1978. Esta descentralización ha supuesto principalmente un traspaso del poder acerca de las decisiones educativas desde la Administración central a las Administraciones autonómicas. El currículo prescrito ha sido uno de los aspectos afectados por esta descentralización, puesto que en su concreción colaboran tanto el Estado central como las comunidades autónomas, el primero fijando unas enseñanzas mínimas que sirven de marco común para todas ellas, y las segundas completando este currículo, de forma que cada comunidad presenta currículos parecidos pero no uniformes. Con la aprobación de la última ley educativa (LOMCE), se ha llevado a cabo una importante transformación en el proceso de descentralización. Todos los cambios introducidos serán también abordados en este estudio y se valorará si estos han supuesto realmente una recentralización educativa.