El año 2012 fue testigo de una novedad en el ámbito de la conflictividad sindical argentina: las centrales sindicales argentinas tejieron una “unidad de acción” que implicó la concreción de cinco paros generales entre los años 2012 y 2015. Este artículo analiza el trazado de la “unidad de acción” entre las centrales sindicales opositoras al gobierno kirchnerista y las tensiones que se originaron en su desenvolvimiento. El interrogante se asienta en una pregunta más general, orientada a desentrañar los motivos subyacentes a la acción política de las centrales sindicales. La metodología empleada para este estudio involucró la realización de entrevistas semiestructuradas a dirigentes sindicales de primera línea, el análisis de comunicados y solicitadas sindicales y el relevamiento sistemático de dos diarios de tirada nacional. A modo de conclusión destacamos que el tejido de esa unidad de acción fue eficaz inicialmente en la disputa de recursos de poder económicos, políticos y organizativos. No obstante, su fuerza resultó socavada por el doble juego entre la arena política y la arena gremial y por las diferencias tácticas y estratégicas entre las partes que se congregaron allí, asentadas sobre históricas discusiones en el plano organizativo.