El texto de Gabriel Noel nos ofrece una oportunidad nada desdeñable para escrutar desde una perspectiva nueva las tensiones actuales en las que se dirime el trabajo escolar en establecimientos educativos que reciben a niños y adolescentes provenientes de los sectores sociales más desfavorecidos. En el marco de un debate pedagógico en el que las cuestiones relativas a los conflictos y la crisis de autoridad han ganado terreno en la agenda de discusión y en el que aún son muchas las vías a explorar para avanzar hacia una mayor igualdad educativa, el autor aporta hipótesis y análisis respaldados empíricamente con rigor. Su trabajo, en ese sentido, resulta inusitadamente apropiado para salir del vuelo especulativo, el facilismo retórico y la generalización a veces desmedida en que recaen algunas aproximaciones a las temáticas señaladas. Como su título lo indica, la investigación llevada adelante por el autor es de carácter etnográfica, y el trabajo de campo fue realizado entre los años 2003 y 2005 en barrios pobres y estigmatizados de dos localidades bonaerenses de características contrastantes, con ingreso a dos escuelas en uno de los barrios ya una tercera en el otro; en todos los casos, se trató de escuelas de nivel primario. Una de las cuestiones más destacables del texto lo constituye su atención central a la" conflictividad cotidiana" de las escuelas. El asunto así circunscripto organiza un eje alternativo valioso para discutir con abordajes de la escuela delineados exclusivamente dentro de la temática de la mal llamada" violencia escolar" o abocados a la tan transitada cuestión de la" crisis de autoridad".(Anticipemos que el autor no se priva de considerar esta última cuestión, pero lo hace de una manera que le permite trascender tanto la reducción del problema a un atributo del docente, como su explicación por referencia a procesos tan genéricos y globales que diluyen cualquier precisión sobre el ámbito educativo formal y sus turbulencias específicas).