Definido por un patrón rítmico de kick y snare conocido como dembow, el reggaetón despierta tanto simpatía gracias a su carácter bailable como rechazo por su ritmo repetitivo, argumento que sus detractores emplean para señalar una supuesta falta de originalidad. No obstante, es posible apreciar diferentes tendencias estilísticas dentro del reggaetón en su vertiente más comercial–la cual en los últimos diez años se ha desarrollado entre Puerto Rico y Colombia, principalmente–que permiten escuchar los “circuitos socio-sónicos”(Rivera, Marshall, Pacini 2009) trazados por productores, artistas, industria musical y audiencias. Siguiendo a Goodman (1990 en Guerrero 2014), podemos manejar el concepto de estilo como el conjunto de aquellos rasgos distintivos de un autor, escuela o periodo histórico que adquieren valor simbólico. Al aplicar este concepto en los estudios de música popular, la figura del productor musical se revela como un agente clave en la delimitación de diferentes estilos musicales. Además, en el terreno del análisis de la producción de música electrónica, los vídeo tutoriales de YouTube se convierten en un recurso etnográfico fundamental para llevar a cabo esta tarea, que a su vez se inspira en los análisis de reggaetón desde la producción musical realizados por Wayne Marshall (2009). De este modo, en este artículo nos aproximamos a algunos de los estilos de reggaetón mainstream puertorriqueño y colombiano de la década de 2010 para observar los procesos de cambio y permanencia que ha sufrido uno de los géneros más relevantes dentro del panorama comercial de la música popular actual.