Métodos: se utilizó un estudio transversal analítico con 760 pacientes ingresados en la División de Pediatría del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara durante 2014. Los índices antropométricos fueron peso/longitud, peso/altura, peso/edad, longitud/edad, altura/edad, circunferencia cefálica e IMC. Los indicadores del brazo fueron circunferencia media del brazo (CMB), área total del brazo (ATB), área muscular del brazo (AMB), área grasa del brazo (AGB) y porcentaje de grasa. Se utilizaron las pruebas de ANOVA, Kruskall-Wallis, U de Mann-Whitney, correlación de Pearson y razón de momios para identificar la probabilidad de deterioro del estado nutricional.
Resultados: la prevalencia de desnutrición aguda y crónica fue mayor en lactantes (31% y 30%, respectivamente). Con las áreas del brazo (ATB, AMB, AFA), el riesgo de déficit (≤-2 DE) fue mayor en lactantes y preescolares tempranos (p< 0,001). La correlación entre los índices antropométricos y las áreas del brazo fue directa y significativa (p< 0,001). La variabilidad del IMC fue explicada en un 68% por AMB, AGB y porcentaje de grasa (p< 0,001); la variabilidad del índice de talla/edad también fue explicada en un 34% por AMB y AGB (p< 0,001).
Conclusión: es posible diagnosticar el déficit crónico y agudo utilizando los indicadores indirectos del brazo, mientras que el IMC solo refleja un déficit agudo. Las áreas de brazo serían indicadores más útiles en el diagnóstico de desnutrición crónica-aguda en pacientes pediátricos hospitalizados.