En este artículo analizamos los elementos teóricos y prácticos que subyacen en la relación entre la problemática del desarrollo y la migración internacional, a partir de la perspectiva de los países subdesarrollados exportadores de fuerza de trabajo y desde de la economía política del desarrollo. Esta visión se postula como una alternativa teórica frente a la formulación unidireccional migración-desarrollo refrendada por los principales organismos internacionales, basada en la idea de que los migrantes y sus recursos constituyen la agencia y el instrumento del desarrollo, respectivamente. Nuestro propósito es evidenciar el papel conferido a los migrantes en los procesos de acumulación e integración regional comandados por los países desarrollados receptores de fuerza de trabajo migrante y, en contrapartida, desentrañar su contribución al sostenimiento de la precaria estabilidad socioeconómica en sus países de origen. Como referente empírico, exploramos el caso de México, primer exportador mundial de migrantes y receptor de remesas.