habitamos y vivimos es una ciudad que en nada se parece, en su escala y configuración, a
la que históricamente ha caracterizado a nuestro territorio y paisaje. La expansión física de
los procesos de urbanización, no sólo como prolongación del casco histórico sino también
“colonizando” con significativas discontinuidades espaciales, el espacio rural y otros
núcleos de población de su entorno, y la evidente superación de los límites administrativos …