El artículo constituye una aproximación al tratamiento informativo de los considerados grupos vulnerables, centrándose de manera concreta en los formados por inmigrantes, personas con discapacidad y homosexuales. La incorporación relativamente reciente de estos colectivos a la agenda informativa está planteando una revisión de aquellas prácticas periodísticas incorrectas que fomentan las generalizaciones y los estereotipos. Dentro de un campo poco definido, como el periodismo social, la autora plantea la necesidad de un análisis a través de ejemplos extraídos de periódicos de referencia que permita una reflexión sobre la función pública y la responsabilidad de los medios. La mercantilización a la que hoy en día se ven sometidos no puede ser una coartada para descuidar el tratamiento de colectivos especialmente discriminados. Al contrario, la labor informativa será fundamental para alcanzar una más amplia definición de multiculturalismo.