Existe documentación científica suficiente como para suponer que la pesquería de pelágicos menores en el Golfo de California no afecta significativamente el hábitat ni las relaciones funcionales entre las especies que conforman el ecosistema pelágico del cual depende. Tampoco hay información que indique interferencia entre las operaciones de la pesquería de pelágicos menores y especies amenazadas o en peligro de extinción, específicamente la vaquita y la totoaba. Adicionalmente, bajo el sistema actual de manejo, esta pesquería no sólo ha logrado recuperarse exitosamente en dos ocasiones durante los últimos 30 años sino que también cuenta con la plataforma logística y administrativa necesarias para asegurar un aprovechamiento racional de las especies objetivo y la productividad de la propia actividad en el largo plazo, en congruencia con los estándares internacionales de pesca responsable y enfoque precautorio.