La función del abuelo en relación a los nietos se caracteriza por representar una fuente de amor, de afecto y de contención. Así, muchos abuelos se encuentran implicados en tareas relacionadas con el cuidado y la educación de los nietos y, al mismo tiempo son agentes transmisores de habilidades, valores y conocimientos. Esta relación adquiere características peculiares cuando los nietos se encuentran en la etapa de la adolescencia. De esta manera, según diversos autores, los adolescentes se ven beneficiados de la relación con sus abuelos en diferentes aspectos: en la relación que mantienen con sus padres, en la actitud hacia personas de mayor edad y en el desarrollo de su propia identidad. Los cambios sociales y demográficos ocurridos en los últimos años han dado lugar a un interés creciente por el estudio de las relaciones entre los abuelos y los nietos.