La Argentina es un pas federal que garantiza, por la Constitución Nacional, la autonomía de los municipios. Esta situación implica la existencia de tres ámbitos de administración pública, con potestades y funciones exclusivas, concurrentes y complementarias para cada uno de ellos: la Administración Pública Nacional (APN)–también conocida como administración central o federal–la Administración Pública Provincial (APP)–asimismo nominada como estadual o regional–y la Administración Pública Municipal (APM), igualmente citada como local.
En las últimas décadas, en los países federales se ha venido produciendo una mutación en la forma en que se desenvuelve la gestión pública del conjunto Nación-Provincias-Municipios, pasando de un modelo que suele denominarse como “dual”-en donde el ámbito nacional por un lado, y las provincias y municipios por otro, actuaban de forma independiente–a otra conocida como “federalismo cooperativo o coordinado”, en el cual los tres niveles de Estado trabajan de manera conjunta.