El maltrato infantil constituye un problema social con consecuencias negativas para la niñez. Cuando este ocurre en el seno familiar, en la mayoría de los casos queda invisibilizado, lo que impide la actuación oportuna para su erradicación. La prevención del maltrato infantil familiar debe ser parte del trabajo educativo que se realiza en la escuela, por constituir las consecuencias negativas de estas conductas un obstáculo en la asimilación de los aprendizajes que necesitan estos escolares para su desarrollo. A tono con lo anterior, se propone una estrategia pedagógica que se caracteriza por ser humanista, flexible, contextualizada y participativa, dirigido a la prevención del maltrato infantil en las familias de la niñez que asiste a los Centros de Desarrollo Infantil (CDI). Se presenta como un proceso estructurado en cuatro etapas con acciones dirigidas a la preparación de los mediadores en la escuela y la familia para el desempeño de la función educativa en los contextos correspondientes, teniendo en cuenta la diversidad y con un enfoque de derechos.