TIP CAVI2, Tipos y Programas de Centros de Acogida para Víctimas de Violencia de Género María Carreiro Otero, Cándido López González, Selina Ugarte Fidalgo, Paula Vázquez García El Pacto de Estado contra la Violencia de Género de 2017 se articula en diez ejes, con referencias explícitas a la investigación, y a los recursos de asistencia, ayuda y protección ofrecida a las mujeres víctimas de violencia de género. La puesta en marcha de las medidas establecidas en dicho Pacto ha llevado a la Secretaría Xeral de Igualdade de la Xunta de Galicia a financiar, vía convenio, un conjunto de trabajos de investigación en el ámbito del Sistema Universitario gallego. Entre ellos se encuentra el proyecto TIP CAVI2, Tipos y Programas de Centros de Acogida para Víctimas de Violencia de Género. Un proyecto que se engarza en las líneas de investigación del Grupo de Arquitectura y Urbanismo Sostenible, GAUS, y en las acciones docentes del Grupo de Innovación educativa para el Proyecto de Arquitectura y Urbanismo Sostenible, GIPAUS, ambos adscritos a la Universidade da Coruña, UDC.
OBJETIVO
El objetivo principal perseguido con el trabajo busca “cartografiar” los centros de acogida en Galicia, evidenciando con ello la necesidad de establecer patrones y modelos de referencia para aplicar en los proyectos arquitectónicos de los recursos habitacionales, bien en edificios de nueva planta, bien en construcciones ya existentes. En paralelo, se plantean los siguientes objetivos secundarios: _Comprobar si la normativa vigente contempla condiciones arquitectónicas específicas para los recursos habitacionales. _Determinar si los recursos actuales responden a la normativa desarrollada para la protección y ayuda ante la violencia de género. _Verificar si la habitabilidad de los recursos existentes responde a la finalidad de proveer de una adecuada residencia transitoria a las mujeres víctimas de violencia de género. _Valorar la conveniencia de la ocultación de los recursos como una respuesta al problema de la violencia de género.
MARCO TEÓRICO
Hasta el momento presente, las políticas de lucha contra la violencia de género non han tenido en cuenta, ni en los programas ni en la normativa, los efectos que la arquitectura y el diseño urbano provocan sobre las personas. En concomitancia, no se ha establecido un compromiso de financiación para recursos ex novo, ni tampoco para el acondicionamiento arquitectónico de edificios existentes. Por otro lado, las aportaciones bibliográficas sobre el tema no contemplan el enfoque arquitectónico. De hecho, son escasos los trabajos que, desde la esfera docente, investigadora y profesional, acometen los recursos habitacionales para víctimas de violencia de género. Una temática que no se considera en las escuelas de arquitectura españolas, con la excepción de las de A Coruña y Sevilla, en las que se incluyó, ocasionalmente, en la asignatura de Proyecto Fin de Carrera. Tampoco en la investigación arquitectónica, o por lo menos no se ha reflejado documentalmente. Otro tanto sucede con la actividad profesional, con un escueto elenco de obra nueva destinada a centros de acogida. Únicamente se reconoce como tal la Casa Malva de Gijón, proyectada por el arquitecto Juan San Pedro Gutiérrez, y la Casa de la Mujer y el Menor de Badajoz, obra de la arquitecta Beatriz Cáceres. Preguntarse el porqué de esta omisión es inexcusable. Conviene mirar atrás. Por una parte, se observa un modelo ‘espacial’ de protección heredado de principios de siglo XX: centros-instituciones de caridad, asimilables a cuarteles –militares– con barracones dormitorios. Un modelo vigente en España …