veranos en España entre 1976 y 1989, invitado por su amigo el sacerdote y profesor
Leopoldo Durán. Estos viajes por la Península inspiraron la novela Monseñor Quijote
(1982), donde se incluye un elogio al vino tinto Murrieta. Como agradecimiento por este
cumplido, Greene fue invitado en dos ocasiones al Castillo de Ygay, sede de las Bodegas
Murrieta, en 1983 y 1987. En la segunda de estas visitas, el nuevo dueño, Vicente Cebrián …